LA ARQUITECTURA DEL PORFIRIATO 1 (1877-1910)
Fue durante la intervención francesa que comienza a
destacar el general Porfirio Díaz en el ámbito socio-político y que años más
tarde se convierte en el principal personaje de la dictadura” presidencial” del
México moderno reelegido más de 7 veces y permaneciendo en el poder casi la
mitad de su vida.
Porfirio Díaz 1867
Durante este periodo hubo una fuerte expansión del
capitalismo a nivel mundial y es aquí donde en México se desarrolla el mercado
internacional con el capital extranjero así como la ideología de las tendencias
dominantes, estableciéndose una relación de dependencia en la economía y en el
mundo de los valores lo cual se vio reflejado en el ámbito cultural y el arquitectónico
por reciprocidad, cubriendo algunos puntos que corresponden a la dependencia con
el exterior y el ingreso del capital extranjero, puntos como el uso de suelo;
especulación con las zonas urbanas, creación de nuevos fraccionamientos para
albergar a los representantes de la nueva burguesía.
Entrecalles de la Colonia Roma Fundada en 1902
El cambio que sufrió en el proceso económico venía
siendo preparado en la conciencia del mexicano por ideales liberales,
impulsados por la ideología positivista, claro; antes de abrir al capital
extranjero el país; y cuando esta instaurado en todo su esplendor el gobierno
se puede decir que seguía habiendo libertad, la cual consistía en la perversión
de tal concepto como “Dejar hacer a quienes pueden el poder hacer…” permitiendo
todo tipo de atropellos desde lo más bajo de los estratos sociales hasta las
grandes esferas gubernamentales.
El
programa de administración política del porfiriato sostiene la bandera del
progreso como la máxima positivista que debe animar la marcha de la
república; para lo cual, la necesidad de la modernización fue clave de este
progreso y la infraestructura resulta fundamental, es así como se
empiezan a construir caminos, el ferrocarril y los puertos. Y ante este
panorama el historicismo de mediados de siglo, procuro mayor
libertad combinatoria de los leguajes que caracterizaron a los diversos estilos
artísticos.
La
llamada paz “social” que dio lugar en este periodo, permitió a los
inversionistas la formulación de proyectos cada vez más grandes y
más costosos, así las fortunas acumuladas no solo en el sector privado sino
también en el público, permitieron no solo la importación de técnicas
constructivas de la moderna Europa si no también los materiales mismos. No solo
el fierro aparece como novedad constructiva, también lo son los materiales de
recubrimiento y acabado, los mármoles italianos, granitos nórdicos, bronces y
vidrios; de la producción local se siguen utilizando el tabique de barro y las
canteras suaves.
Un ejemplo
es historia de la construcción del nuevo Teatro Nacional, llamado después
Palacio de Bellas Artes, la cual es compleja y tiene una dinámica
singular; dos épocas importantes de la historia de nuestro país la
definen: el régimen de Porfirio Díaz y la Revolución Mexicana.
En resumen
los trabajos iniciaron en 1904
con el objetivo de terminarlo en cuatro años; sin embargo, problemas
presupuestales y técnicos fueron demorando su conclusión. Tras el estallido de
la Revolución en 1910 y el agravamiento de la situación económica en el país,
Adamo Boari regresa a Europa en 1916.
Se había concluido, hasta esa fecha, casi todo el exterior, excepto el
recubrimiento de la cúpula.
La idea
generalizada de que el Teatro Nacional, en el periodo que
va de 1917 a 1929, estuvo en completo abandono es difícil de sostener, pues
hubo gran interés para que se terminara, tanto de algunos gobiernos
posrevolucionarios como del público en general. Además, el edificio se usaba
muy frecuentemente para celebrar actos importantes de la vida citadina.
A partir de 1930, bajo la presidencia de
Pascual Ortiz Rubio, el arquitecto Federico E. Mariscal fue el encargado del proyecto
de la conclusión del Teatro Nacional; sin embargo, no es sino hasta 1932, con
el apoyo del secretario de Hacienda, Alberto J.Pani, que la obra fue
revitalizada con las instrucciones precisas de concebir un edificio "...
asiento de una institución nacional de carácter artístico", que albergará varios museos, de ahí que por primera
vez en 30 años se cambiara el nombre del edificio, de Teatro Nacional al de
Palacio de Bellas Artes. Debido a la fuerte inversión que se requería para
acabar el recinto, éste debía responder a una necesidad social y ser de
utilidad pública. Así, el Palacio de Bellas Artes fue concluido por el
arquitecto Mariscal el 10 de marzo de 1934.
Teatro nacional - Detalles estructurales
Teatro Nacional - Aún en construccion pero con un gran avance
Palacio de Bellas Artes (antes Palacio Nacional) en la actualidad
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