EL ACADEMICISMO
REPUBLICANO (1811-1876)
Ya iniciado el periodo de la guerra de Independencia en 1810, muchas de
las construcciones programadas por la administración virreinal fueron detenidas
y muchos otros proyectos jamás fueron tomados en cuanta. Es así, como la Real
Academia de San Carlos entra en un periodo de debilidad tras la
muerte de Manuel Tolsá y la extinción de los recursos económicos que hasta ese
entonces habían sido apoyados por las rentas reales. Posteriormente, en el
periodo presidencial de Antonio López de Santa Anna se reanuda nuevamente el
proyecto de la Academia de Bellas Artes, y es así que el conservadurismo
característico de este periodo presidencial, encuentra en el neoclásico europeo
un programa artístico que lleve a la reafirmación cultural.“
La Academia fue reorganizada por decreto del 2 de octubre de 1843 e iniciadas
las clases bajo nuevos lineamientos el 6 de enero de 1847”.
Es así,
como el patronato de la Academia de San Carlos decidió contratar al arquitecto
y arqueólogo italiano Francisco Javier Cavallari como director de arquitectura
de la misma quien asumió el cargo en 1857. Cavallari introdujo una serie de
cambios en la academia, uno de ellos fue el hecho de juntar la
carrera de arquitectura con la de ingeniería civil, programa que se cursaría en
siete años y donde los profesionales obtendrían ambos títulos tanto
el de ingeniero como el de arquitecto, también se introdujo el historicismo,
modalidad estilística que va muy en contra del neoclásico. Ya en
este punto, en la academia no solo se estudiaba a los grandes maestros de la
época clásica tales como Vitrubio, sino que también se
introdujeron otras materias como la geometría y dibujo de motea, los
cuales permitían a los alumnos salir un poco más de los estándares y
cánones clásicos, dando más libertad a los artistas creadores. De esta
manera, el apogeo del Neoclásico en México sufre grandes golpes
“llevándolo a su casi total apartamiento de los repertorios utilizados por los
arquitectos”, sin embargo, el neoclásico se mantuvo latente y reapareció
eventualmente en los últimos periodos del siglo XIX.
Palacio municipal (antes diputación) hacia 1873 con el zócalo arbolado y lamparas de combustiblr
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