KIOSKO
MORISCO
fachada Principal del Kiosko con sus escalinatas, columnas y arcos rematados en lo alto con un entablamiento de donde se extiende un asta con la bandera mexicana
Caminando por un punto lateral de la alameda se puede llegar al kiosco ya que
se encuentra en el centro.
Fue construido por el Ing. José
Ramón Ibarrola para el pabellón que México presentó en la Exposición
Internacional de Nueva Orleans, de diciembre de 1884 a mayo de 1885, y luego en
la Feria Internacional de San Luis Missouri. El kiosco es totalmente de hierro
y a juzgar por la crónica del diario “El siglo XIX”, sus partes fueron fundidas
en la ciudad Pittsburgh y cabe señalar que
para fundir el hierro para otro tipo de edificaciones la mayoría de las
veces se hacían este tipo de encargos a sitios en el extranjero.
Detalles al interior del kiosco observando cuidadosamente el trabajo minucioso del diseño y armado, evoca la complejidad del diseño y a la vez sencillez del armado para su montaje y desmontaje.
Acercamiento del acceso donde se observan los arcos de medio punto cuyos remates recuerdan los diseños árabes, aun que dotados de una originalidad mexicana, incluso la esbeltez de las columnas y su colorido resaltan una lograda armonía
Tras haber
cumplido su cometido, la estructura fue traída de nuevo a México a principios
del siglo XX, siendo instalada en el costado sur de la Alameda Central, en
frente del ex-convento de Corpus Christi. Durante el tiempo que permaneció en
ese lugar, el Kiosco Morisco fue sede de los sorteos de la Lotería Nacional.
Posteriormente, durante las fiestas del centenario, el presidente Porfirio Díaz
mandó erigir un monumento en ese sitio, el Hemiciclo a Juárez. Por tal razón y
en respuesta a una petición por parte de los colonos del nuevo fraccionamiento
Santa María La Ribera, el kiosco fue trasladado a su ubicación actual, donde es
ahora el centro de reunión de la comunidad y orgullo de esa colonia, orgullo
que ha alimentado un gran número de mitos alrededor de esta construcción,
mismos que van desde la afirmación de que el kiosco fue donado por un jeque árabe
hasta la asociación del kiosco con aspectos astrológicos y mágicos debido a su planta octagonal y
el gran número de decoraciones geométricas que tiene. Lo cierto, es que este
espacio destaca por ser una construcción única en su tipo en la ciudad.
Vista hacia el exterior donde se aprecian la combinación de los materiales en este caso del piso que por un lado en el armado de madera y por el otro se trata de baldosas de concreto.
Detalle interior de la techumbre donde se observan los módulos que en conjunto dan forma a la cubierta, observando aqui el ritmo de la linea recta a la cual se logro dar movimiento visual dependiendo como se camine debajo de el.
El aprovechamiento de la iluminación es una máxima en este proyecto el cual se logró centralmente con un domo ye incluso en el exterior es coronado con el águila devorando a la serpiente; símbolo de la nación.
Actualmente se ubica en la
alameda de la colonia Santa María la Rivera y sirve como lugar de reunión para
diversas actividades públicas y culturales, desde conciertos de música popular
o de cámara, lectura en voz alta, cuentacuentos, talleres y presentación de obras
teatrales, bailes; en fin; es un espacio que se ha visto beneficiado por eso,
la afluencia de la gente que contribuye al mantener activo, vivo y en movimiento
este ejemplo de arquitectura Mexicana ecléctica.
Toma interior del domo donde se observan los detalles de las molduras de hierro forjado en combinación con la transprencia del vidrio; todo remachado y por encima de éste es donde descansa el águilia con la serpiente
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