sábado, 29 de noviembre de 2014

MUSEO UNIVERSITARIO DEL CHOPO

Acceso principal del Museo, donde resaltan los detalles del armado de hierro combinados
 con el minimo de concreto con tabique y su gran ventanal; a los lados las grandes torres que brindan la jerarquia y magnificencia al museo
Otra vista del acceso principal el cual también se observa que
es de vidrio con un frontón de lo mas básico adosado por dos columnas

El monumental edificio en este caso del Art Noveau, fue construido hace más de 100 años en Alemania y trasladado a México en 1903. A partir de 1975 el museo se convierte en un dinámico centro promotor y difusor de la cultura universitaria y de las más variadas manifestaciones del arte actual en todas sus expresiones: artes plásticas, teatro, música, danza, eventos multidisciplinarios como el encuentro internacional de performance, el concurso de moda alternativa, la semana cultural lésbica-gay

El interior del edificio (vista al sur) muestra su gran esbeltez y altitud
la cual se logra prácticamente por las delgadas armaduras de hierro

En este caso (vista al norte) se aprecian los trabajos de remodelación hacia
la parte central y superior del recinto en este caso la cafetería por encima de 
una sala de exposición

El Museo Universitario del Chopo ocupa uno de los espacios más originales y emblemáticos de la Ciudad de México, el antiguo edificio del Museo de Historia Natural, construcción que gracias a sus características técnicas y estéticas, es uno los edificios paradigmáticos de la historia de la urbe.

Esta es el área de exposición que se encuentra un nivel por debajo del pido
terminado y abajo de la cafetería

Un primer ejemplo del trabajo que se estaba exponiendo en este caso
con relación al grafitti llamado también arte urbano

La historia de este edificio inicia en 1902 cuando fue construido por la empresa metalúrgica Guttehoffnungshütte para su presentación en la Exposición de Instalación y Arte Industrial de Düsseldorf, Alemania. Ese mismo año, el empresario mexicano José Landero y Cos, decidió comprar dicho pabellón para crear una sala de exposición de productos industriales.  Para tal efecto, se trasladaron las piezas de acero del edificio por barco hasta la ciudad de Veracruz, desde donde fueron transportadas por ferrocarril a un terreno que el empresario poseía en la entonces naciente zona de Santa María La Ribera, en las inmediaciones de la terminal de trenes de Buenavista. El proceso de montaje del edificio se realizó entre 1903 y 1905, estando a cargo del proyecto el arquitecto Hugo Dorner y los ingenieros Luis Bacmeister y Aurelio Ruelas. Años después, en 1910, la estructura de este edificio sirvió para albergar al Pabellón Japonés de la Exposición Universal de México, misma que fue celebrada como parte de las fiestas del centenario de la Independencia. Fue en esta época cuando el edificio era conocido como el Palacio de Cristal, debido al hecho de estar todo construido con vigas y columnas de acero, y a que gran parte de la superficie del inmueble estaba cubierta por ventanales, de manera semejante al Crystal Palace de la Exposición de Londres de 1851.

Este es un segundo ejemplo de lo encontrado en la sala de exposición inferior
donde se observa un abecedario con el cual a grandes rasgos se pueden emplear para trabajar ya en ls calles las palabras; que por lo general son originales del que las emplea.
En 1913 este edificio fue convertido en el Museo de Historia Natural, funcionando así durante varias décadas hasta que en 1963 la sede de este museo fue trasladada a su ubicación actual en la segunda sección del Bosque de Chapultepec. Fue a raíz de dicho acontecimiento que el edificio entró en un periodo de decadencia por el abandono, tal, que se llegó a pensar incluso en su desmantelamiento y venta como chatarra. Afortunadamente la Universidad Nacional Autónoma de México decidió rescatar la construcción  en 1973 y tras una serie de trabajos de ampliación y adecuación, fue inaugurado el 25 de noviembre de 1975 como el Museo Universitario del Chopo mismo que perdura como tal hasta nuestros días.

Las escaleras dan la posibilidad de retratar desde las alturas la vista de los grandes ventanales en este
caso de los posteriores del edificio por esto es que lo denominaron también el "Palacio de cristal" solo que de México. (vista al norte)

Este es detalle de la forma de repartir el peso superior en los muros del recinto y es que las armaduras
de hierro están dispuestas de forma regular unidas con remaches, dando la estabilidad, rigidez y flexibilidad para que la bajada de cargas sea uniforme.

Este museo además de la riqueza arquitectónica que conserva, también se caracteriza por el gran número de actividades que en él se realizan, privilegiando las manifestaciones populares de la cultura urbana con exposiciones, talleres e incluso conciertos de rock mexicano que han convertido a este espacio en una auténtico foro de expresión de tendencias de vanguardia en la ciudad . Asimismo, el Museo Universitario del Chopo cuenta con un sala de cine, una galería sonora, cafetería y varias salas de exhibiciones.

Vista hacia las escaleras superiores que son parte de la ultima remodelación y al fondo se observa parte delas armaduras en este caso curvas y más atrás los ventanales centrales en lo más alto del recinto; incluso el material lateral con que se desarrollo en cuerpo central es reflejante para aprovechar el máximo de la luz que entra al museo. (vista al sur)

Aqui se observa una especie de taller y área de exposición a la vez y se encuentra en el ala superior con vista al norte; donde cabe destacar que el armado de hierro converge de ambos lados del edificio en una línea curva para proseguir su camino hacia abajo lo cual habla de una integración del material natural con el diseño final.

Incluso el origen del famoso “Tianguis del Chopo” surgió en el interior de este edificio en principio como centro de intercambio de material discográfico para después convertirse en bazar. Ahora es distinto el lugar donde este museo se instala durante los fines de semana el famoso tianguis, que aunque ya no está tan cerca continúa siendo un centro de reunión donde darks, punks, góticos, etc. pueden conocer personas con intereses afines y adquirir o intercambiar ropa, discos  y artículos característicos.

Una vista más de los detalles de las armaduras y su relación con la cubierta. y los muros y ventanales verticales.

Detalle de las uniones de las vigas acopladas a su vez con los sistemas de iluminación, y hasta
abajo los descansos que quedan expuestos de la estructura que posiblemente se anclan a zapatas de cimentación.

En la actualidad, como parte del proceso de rescate y renovación de las zonas centrales de la Ciudad de México, específicamente Santa María La Ribera, este espacio fue renovado y de cierta forma ampliado por el internacionalmente reconocido arquitecto mexicano Enrique Norten, a través de un proyecto con el cual se aumentó notablemente el espacio de exposiciones y se dotó al lugar de varios servicios adicionales, que colocan al Museo Universitario del Chopo como uno de los centros de arte contemporáneo más destacados de América es por esto que vale la pena dar una vuelta a este museo y aprovechar las expresiones que nos brinda además de estimular la llegada de más visitantes.


KIOSKO MORISCO

fachada Principal del Kiosko con sus escalinatas, columnas y arcos rematados en lo alto con un entablamiento de donde se extiende un asta con la bandera mexicana 

Caminando por un punto  lateral de la alameda se puede llegar al kiosco ya que 
se encuentra en el centro.

Fue construido por el Ing. José Ramón Ibarrola para el pabellón que México presentó en la Exposición Internacional de Nueva Orleans, de diciembre de 1884 a mayo de 1885, y luego en la Feria Internacional de San Luis Missouri. El kiosco es totalmente de hierro y a juzgar por la crónica del diario “El siglo XIX”, sus partes fueron fundidas en la ciudad Pittsburgh y cabe señalar que  para fundir el hierro para otro tipo de edificaciones la mayoría de las veces se hacían este tipo de encargos a sitios en el extranjero.

Detalles al interior del kiosco observando cuidadosamente el trabajo minucioso del diseño y armado, evoca la complejidad del diseño y a la vez sencillez del armado para su montaje y desmontaje.

Acercamiento del acceso donde se observan los arcos de medio punto cuyos remates recuerdan los diseños árabes, aun que dotados de una originalidad mexicana, incluso la esbeltez de las columnas y su colorido resaltan una lograda armonía 


Tras haber cumplido su cometido, la estructura fue traída de nuevo a México a principios del siglo XX, siendo instalada en el costado sur de la Alameda Central, en frente del ex-convento de Corpus Christi. Durante el tiempo que permaneció en ese lugar, el Kiosco Morisco fue sede de los sorteos de la Lotería Nacional. Posteriormente, durante las fiestas del centenario, el presidente Porfirio Díaz mandó erigir un monumento en ese sitio, el Hemiciclo a Juárez. Por tal razón y en respuesta a una petición por parte de los colonos del nuevo fraccionamiento Santa María La Ribera, el kiosco fue trasladado a su ubicación actual, donde es ahora el centro de reunión de la comunidad y orgullo de esa colonia, orgullo que ha alimentado un gran número de mitos alrededor de esta construcción, mismos que van desde la afirmación de que el kiosco fue donado por un jeque árabe hasta la asociación del kiosco con aspectos astrológicos y mágicos debido a su planta octagonal y el gran número de decoraciones geométricas que tiene. Lo cierto, es que este espacio destaca por ser una construcción única en su tipo en la ciudad.

Vista hacia el exterior donde se aprecian la combinación de los materiales en este caso del piso que por un lado en el armado de madera y por el otro se trata de baldosas de concreto.

Detalle interior de la techumbre donde se observan los módulos que en conjunto dan forma a la cubierta, observando aqui el ritmo de la linea recta a la cual se logro dar movimiento visual dependiendo como se camine debajo de el. 

El aprovechamiento de la iluminación es una máxima en este proyecto el cual se logró centralmente con un domo ye incluso en el exterior es coronado con el águila devorando a la serpiente; símbolo de la nación.



Actualmente se ubica en la alameda de la colonia Santa María la Rivera y sirve como lugar de reunión para diversas actividades públicas y culturales, desde conciertos de música popular o de cámara, lectura en voz alta, cuentacuentos, talleres y presentación de obras teatrales, bailes; en fin; es un espacio que se ha visto beneficiado por eso, la afluencia de la gente que contribuye al mantener activo, vivo y en movimiento este ejemplo de arquitectura Mexicana ecléctica.

Toma interior del domo donde se observan los detalles de las molduras de hierro forjado en combinación con la transprencia del vidrio; todo remachado y por encima de éste es donde descansa el águilia con la serpiente

Aquí podemos observar una foto que tome para concluir con unas chicas que se encontraban en una sesión fotográfica evocando el estilo "chica gato" o "neko girl" (cuyo estilo viene de Japón) demostrando que la arquitectura esta hecha para vivirse y que a la par la gente se adapta y la traduce en lenguajes siempre evolutivos.

LA COLONIA ROMA


Propaganda del Circo Orrin cuyo dueño inicia los tramites para la notificación de la Colonia Roma.

Historia
La colonia Roma fue creada durante el régimen de Porfirio Díaz cuando la ciudad tenía una población de 368 mil 898 habitantes. El creador y fundador de la Roma fue Walter Orrín, propietario del circo más famoso de ese entonces, el circo Orrín. En enero de 1902 solicitó al ayuntamiento de la ciudad de México la autorización  para fraccionar los potreros de la Condesa, cuyos límites eran entre la avenida de la Piedad, que hoy conocemos como Cuauhtémoc, colindante con el antiquísimo pueblo de La Romita y la hacienda de La Condesa de Miravalle. Orrín acude a los hermanos Lamm para que diseñen este fraccionamiento y piensa ponerle colonia Roma, en honor al origen del circo en el mundo, el famoso circo romano. Y se diseña así la primera parte de la colonia en base a un eje fundamental, la Plaza Roma, hoy Plaza Río de Janeiro. Se dice que los nombres de las calles de la colonia Roma provienen de los estados visitados por el circo Orrín donde obtuvieron más aplausos, siendo Pomona la única ciudad de otro país incluida en la lista.

Tabloide informativo sobre los beneficios que se veran reflejados en los lotes que pertenecerán a la Colonia Roma (se habla ya entonces de una mejor y planificada infraestructura urbana)

Arquitectura
La colonia Roma se vuelve el escenario de los movimientos arquitectónicos más importantes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Florece la arquitectura ecléctica finisecular en donde tenemos el gótico, neogótico, mezclado con una serie de diferentes escuelas arquitectónicas que hacen ciertas casas de la colonia ejemplos únicos de la arquitectura de la primera década del siglo XX. Las casas de la colonia, aparte de haber sido grandes y ostentosas, tienen diferentes estilos arquitectónicos que van desde el art decó hasta el extremo clásico. Un ejemplo muy claro de este contraste es el que existe entre las farolas de la avenida Álvaro Obregón, que son estilo art nouveau y las fuentes de dicha avenida, que tienen estatuas con representaciones griegas y romanas.  Digamos neoclásicas en pocas palabras y es que por esta razón es que se distingue esta colonia (aunque hay otras similares) y que  para resumir representan todo un avalúo que en la actualidad podemos recorrer, contemplar, analizar y vivir.
Fuente Cibeles (reproducción exacta de la original de España) mostrando los lazos entre este país y México, inaugurada en 1980 permanece en la Colonia Roma desde entonces.
Personajes

Este asentamiento fue habitado tanto por la nueva burguesía como por la aristocracia de la ciudad de México, que buscaban imitar el refinamiento europeo que proporcionó la paz porfiriana en una ciudad que ya empezaba a desbordar los límites que mantenía casi intactos desde el periodo colonial. Algunos de los personajes que habitaron la colonia Roma antes,: durante y después de la revolución mexicana en algunos casos cambiando de dueños  políticos, escritores, artistas y directores son algunos de ellos el general Álvaro Obregón, Manuel López Velarde, , José Vasconcelos y más recientemente Leonora Carringnton, Ludwik Margules, José Emilio Pacheco entre otros.
Parroquia de la Sagrada Familia, de estilo neogótico permanece al dia de hoy en servicio activo.

LA ARQUITECTURA DEL PORFIRIATO 2 (1877-1910)

Lo complejo del periodo del porfiriano se ve reflejado en la arquitectura que abarca desde finales del “romanticismo” hasta el “modernismo”. La ciudad de México al ser la capital de la República va a manifestar más claramente el proceso, las tendencias y condiciones dentro de las cuales se desarrolló la arquitectura de esta singular época y que refleja las contradicciones de la sociedad porfiriana.

Damos paso entonces a la corriente ecléctica. La permanencia de esquemas y gustos académicos provenientes de las escuelas de Bellas Artes europeas que influyeron tanto durante el Neoclásico, la necesidad y el deseo de una buena parte de la sociedad por el “revival” y al mismo tiempo su interés  por integrarse a la modernidad del “nouveau” junto con el deseo “racionalista” basado en la interpretación de lo escencial y el “renacimiento” de lo prehispánico tratando de dar el aire nacionalista “efímero y vacuo de cierta forma), incluso algunas otras corrientes menores como pudiera ser el gótico o el árabe retratan claramente, el desarrollo y la evolución de una sociedad que con gusto, a cambio del “progreso” se sometía a la dictadura.

Si bien este régimen intentó dar gran esplendor a la ciudad de México pretendiendo dotarla de la infraestructura necesaria para la gran urbe, en los barrios bajos, zonas viejas del centro de la ciudad y las zonas pobres de algunos barrios el hacinamiento la miseria y la insalubridad de las viviendas proliferan velozmente

Paralelamente,  tanto la aristocracia como el gobierno emprendían la construcción de grandes y monumentales edificaciones: refinadas, residencias, villas y chalets; ricas y elegantes tiendas; lujosos cafés, restaurantes y teatros; importantes almacenes y bancos, etc. El inminente ingreso de extranjeros al país y específicamente a la capital, debido a las concesiones otorgadas por el gobierno a empresas extranjeras (como se continua hoy en día) trajo como consecuencia inmediata  entre otras, la construcción de un gran número de viviendas para albergarlos.

Por esto se fundaron nuevos barrios en los cuales la alta burguesía nacional compartió espacio urbano con ingleses, franceses, italianos, y gringos; por lo que a estos barrios se les llamó “colonias” . Varias fueron las razones que determinaron la creación arquitectónica de este periodo; la influencia de los nuevos estilos que imperaban en Europa y Estados Unidos a principios del siglo, al igual que algunos factores culturales diversos dio como resultado una amalgama extranjera de este México, siendo un símbolo de “status”, des distinción y “modernidad” (tal vez por eso Díaz al exiliarse decide ir a Francia en primera instancia); el cambio en la economía del país, junto con la aparente estabilidad política y social incluso la introducción de nuevas y revolucionarias técnicas de construcción fueron algunos de los datos más relevantes

Palacio postal en sus inicios - Vista Exterior

Palacio postal en la actualidad - Interior

Palacio postal en la actualidad - Interior

Palacio postal en la actualidad - Vista Exterior

A través de la arquitectura, la burguesía mexicana reflejó los valores sustentados por la burguesía europea y norteamericana para su posición de clase social, con fundamento en cánones estéticos y modos de vida que no correspondían al contexto nacional por que incluso se copian formas y valores de los lugares ya citados. Marcando en principio la idea de hacer de México la Viena o el París de América fue el ideal urbano del General Díaz, y para cumplir este fin convocó a una serie de arquitectos europeos que bien sea a través del otorgamiento directo de los contratos o mediante concursos de carácter internacional. De esta forma surgieron las grandes instituciones arquitectónicas de principios de siglo.

Los valores que manifiesta esta arquitectura ahora son de carácter ecléctico o historicista fungiendo el dogma de imitación de los antiguos adaptando el principio de libre combinación. Así, los arquitectos extraían de los diferentes estilos a través del tiempos lo que consideraban útil, ornamental y estético para realizar nuevos edificios suponiendo que la selección de este repertorio se hacía según el carácter, propósito e importancia de la obra. O dicho de otra forma se buscaba satisfacer las nuevas necesidades propias del momento que se vivía así como hacer un uso racional de elementos y materiales

Museo del estanquillo México D.F.






LA ARQUITECTURA DEL PORFIRIATO 1 (1877-1910)

Fue durante la intervención francesa que comienza a destacar el general Porfirio Díaz en el ámbito socio-político y que años más tarde se convierte en el principal personaje de la dictadura” presidencial” del México moderno reelegido más de 7 veces y permaneciendo en el poder casi la mitad de su vida.

Porfirio Díaz 1867

Durante este periodo hubo una fuerte expansión del capitalismo a nivel mundial y es aquí donde en México se desarrolla el mercado internacional con el capital extranjero así como la ideología de las tendencias dominantes, estableciéndose una relación de dependencia en la economía y en el mundo de los valores lo cual se vio reflejado en el ámbito cultural y el arquitectónico por reciprocidad, cubriendo algunos puntos que corresponden a la dependencia con el exterior y el ingreso del capital extranjero, puntos como el uso de suelo; especulación con las zonas urbanas, creación de nuevos fraccionamientos para albergar a los representantes de la nueva burguesía.

Entrecalles de la Colonia Roma Fundada en 1902

El cambio que sufrió en el proceso económico venía siendo preparado en la conciencia del mexicano por ideales liberales, impulsados por la ideología positivista, claro; antes de abrir al capital extranjero el país; y cuando esta instaurado en todo su esplendor el gobierno se puede decir que seguía habiendo libertad, la cual consistía en la perversión de tal concepto como “Dejar hacer a quienes pueden el poder hacer…” permitiendo todo tipo de atropellos desde lo más bajo de los estratos sociales hasta las grandes esferas gubernamentales.

El programa de administración política del porfiriato sostiene la bandera del progreso como la máxima positivista  que debe animar la marcha de la república; para lo cual, la necesidad de la modernización fue clave de este progreso y la infraestructura resulta fundamental, es así como se empiezan  a construir caminos, el ferrocarril y los puertos. Y ante este panorama  el historicismo de mediados de siglo,  procuro mayor libertad combinatoria de los leguajes que caracterizaron a los diversos estilos artísticos.


La llamada paz “social” que dio lugar en este periodo, permitió a  los inversionistas   la formulación de proyectos cada vez más grandes y más costosos, así las fortunas acumuladas no solo en el sector privado sino también en el público, permitieron no solo la importación de técnicas constructivas de la moderna Europa si no también los materiales mismos. No solo el fierro aparece como novedad constructiva, también lo son los materiales de recubrimiento y acabado, los mármoles italianos, granitos nórdicos, bronces y vidrios; de la producción local se siguen utilizando el tabique de barro y las canteras suaves.


Un ejemplo es historia de la construcción del nuevo Teatro Nacional, llamado después Palacio de Bellas Artes, la cual es compleja y tiene una dinámica singular;  dos épocas importantes de la historia de nuestro país la definen: el régimen de Porfirio Díaz y la Revolución Mexicana.
En resumen los trabajos iniciaron en 1904 con el objetivo de terminarlo en cuatro años; sin embargo, problemas presupuestales y técnicos fueron demorando su conclusión. Tras el estallido de la Revolución en 1910 y el agravamiento de la situación económica en el país, Adamo Boari regresa a Europa en 1916. Se había concluido, hasta esa fecha, casi todo el exterior, excepto el recubrimiento de la cúpula.

La idea generalizada de que el Teatro Nacional, en el periodo que va de 1917 a 1929, estuvo en completo abandono es difícil de sostener, pues hubo gran interés para que se terminara, tanto de algunos gobiernos posrevolucionarios como del público en general. Además, el edificio se usaba muy frecuentemente para celebrar actos importantes de la vida citadina. 

A partir de 1930, bajo la presidencia de Pascual Ortiz Rubio, el arquitecto Federico E. Mariscal fue el encargado del proyecto de la conclusión del Teatro Nacional; sin embargo, no es sino hasta 1932, con el apoyo del secretario de Hacienda, Alberto J.Pani, que la obra fue revitalizada con las instrucciones precisas de concebir un edificio "... asiento de una institución nacional de carácter artístico", que albergará varios museos, de ahí que por primera vez en 30 años se cambiara el nombre del edificio, de Teatro Nacional al de Palacio de Bellas Artes. Debido a la fuerte inversión que se requería para acabar el recinto, éste debía responder a una necesidad social y ser de utilidad pública. Así, el Palacio de Bellas Artes fue concluido por el arquitecto Mariscal el 10 de marzo de 1934.


Teatro nacional - Detalles estructurales

Teatro Nacional - Aún en construccion pero con un gran avance

Palacio de Bellas Artes (antes Palacio Nacional) en la actualidad





EL ACADEMICISMO REPUBLICANO (1811-1876)

Ya iniciado el periodo de la guerra de Independencia en 1810, muchas de las construcciones programadas por la administración virreinal fueron detenidas y muchos otros proyectos jamás fueron tomados en cuanta. Es así, como la Real Academia de San Carlos entra en un periodo de debilidad  tras la muerte de Manuel Tolsá y la extinción de los recursos económicos que hasta ese entonces habían sido apoyados por las rentas reales. Posteriormente, en el periodo presidencial de Antonio López de Santa Anna se reanuda nuevamente el proyecto de la Academia de Bellas Artes, y es así que el conservadurismo característico de este periodo presidencial, encuentra en el neoclásico europeo un programa artístico  que lleve a la reafirmación  cultural.“ La Academia fue reorganizada por decreto del 2 de octubre de 1843 e iniciadas las clases bajo nuevos lineamientos el 6 de enero de 1847”.

Es así, como el patronato de la Academia de San Carlos decidió contratar al arquitecto y arqueólogo italiano Francisco Javier Cavallari como director de arquitectura de la misma quien asumió el cargo en 1857. Cavallari introdujo una serie de cambios en la academia, uno de ellos fue el  hecho de juntar la carrera de arquitectura con la de ingeniería civil, programa que se cursaría en siete años  y donde los profesionales obtendrían ambos títulos tanto el de ingeniero como el de arquitecto, también se introdujo el historicismo, modalidad estilística  que va muy en contra del neoclásico. Ya en este punto, en la academia no solo se estudiaba a los grandes maestros de la época clásica tales como Vitrubio,  sino que también  se introdujeron otras materias como la geometría y dibujo de motea,  los cuales permitían  a los alumnos salir un poco más de los estándares y cánones clásicos, dando más libertad a los artistas creadores. De esta manera,  el apogeo del Neoclásico en México sufre grandes golpes “llevándolo a su casi total apartamiento de los repertorios utilizados por los arquitectos”, sin embargo, el neoclásico se mantuvo latente y reapareció eventualmente en los últimos periodos del siglo XIX.

Como característica particular de este periodo, el dibujo pasa a ser una disciplina rigurosa ya ensayada en la primera etapa de la academia adquiriendo cada vez mayor importancia dentro de los programas didácticos.  A su vez, en este periodo se dio la expedición de las leyes de desamortización de los bienes eclesiásticos (1856) y la nacionalización de los mismos (1861) lo cual repercutió favorablemente en el mercado de trabajo del arquitecto.

Palacio municipal (antes diputación) hacia 1873 con el zócalo arbolado y lamparas de combustiblr

viernes, 28 de noviembre de 2014

EL NEOCLASICO DEL VIRREINATO (1783-1810)

Las características principales en esta etapa fueron las siguientes:

1. El programa de enseñanza era único y era sancionado por la monarquía, para poder así reglamentar los talleres impartidos en la Academia  garantizando la formación profesional de acuerdo a los estándares neoclásicos.
2. Los académicos enjuiciaban cada proyecto que se pretendía construir, autorizando solo aquellos que cumplían adecuadamente la morfología del neoclásico.
3.  Se utilizaba el dibujo de imitación como disciplina visual que permitiera el dominio de la repetición (haciendo a un lado la capacidad creativa del autor).
4.  Se tomaron como base las culturas griega y romana para la unificación estilística de la arquitectura.
5.  Las escalas y proporciones de las edificaciones siempre estaban acorde a los cánones de la arquitectura clásica. 

Si bien, podemos notar que en esta etapa, el naciente neoclásico orilló a la Academia  a forzar  a sus estudiantes, no sólo  a adoptar una ideología donde se realizarían copias tanto de esculturas  y pinturas de órdenes clásicos, sino también,  para lograr como objetivo final el refinamiento de la capacidad imitativa de los futuros profesionales. También se debe mencionar que en esta etapa, la pérdida del poder de la iglesia, trajo consigo la desaparición de las magnas obras religiosas que caracterizaron al siglo XVIII, dando paso a una seria de construcciones acorde con el nuevo sistema económico como por ejemplo, la construcción de fábricas, almacenes y fortificaciones militares (aunque no se detuvo por completo la construcción de edificaciones religiosas).

Por otra parte, la arquitectura urbana realizada durante este periodo, no abandona por completo los esquemas compositivos tradicionales anteriormente usados, ya que conserva  el patio central (solar) como parte fundamental en la distribución periférica de locales y las iglesias siguen sosteniendo su trazado en base al eje direccional acceso-presbiterio.
 Como figuras importantes de esta primera etapa del neoclásico podemos mencionar  a:

El arquitecto y escultor valenciano Manuel Tolsá (1757-1816), con obras de suma importancia como el Hospicio Cabañas de Guadalajara, el Palacio de Minería y la Casa de Pérez Gálvez o de los Condes de Buenavista (actual Museo de San Carlos) ambos situados en la ciudad de México.

Hospicio Cabañas - Guadalajara

Fachada principal del Palacio de Minería - México D.F.

Interior del Palacio de Minería - México D.F.

Y el arquitecto, pintor y poeta Francisco Eduardo Tresguerras (1759-1833) con obras tan importantes como el Pórtico del Convento de las Teresas en Querétaro, la Iglesia del Carmen en Celaya, entre otras.


Convento de las Teresitas - Querétaro

Iglesia del Carmen - Celaya Guanajuato